Me hubiera gustado que mi primera vez en este agujero, que pasaremos a llamar 'hogar', representara un tributo sentido a los grandes maestros y a las grandes obras de la subcultura pop. Porque reconocemos arte en la incompetencia y vemos genialidad dónde otros veen estupidez.
Me gustaría haber comenzado esta epopeya recordando clásicos eternos como '
the bride of the monster' de Ed Wood, el peor director de siempre, para que la gente pudiera reconocer que nuestro gusto es bastante dudoso. O presentando, uno por uno, los principales personajes de la lamentable serie de culto portuguesa
'Duarte & cia'.
Sin embargo, creo que del lado de mi padre me salió una improbable costilla didáctica que me empujó a cambiar el sentido inicial de este post. Por supuesto que nadie cuestiona la fuerza de la moral de 'the bride of the monster' dónde hay tantas lecciones que aprender sobre la frágil compatibilidad entre la utilización de la energía atómica para crear un ejército de súper-hombres mutantes y el amor de una mujer, por ejemplo. Así como Duarte & Cia, que te lleva a reflexionar sobre la injusticia del estereotipo racial, cada vez que el pobre chino grita 'No soy chino, soy japonés'. O para la violencia de género, siempre que la secretaria del detective Duarte le rompe la cara a puñetazos cuando él le mira al escote.
Pero confieso que el video abajo tocó mucho este viejo y sensible corazón. No sólo por la pertinencia y actualidad del tema, por las técnicas pedagógicas utilizadas, pero fundamentalmente por la convicción con que el mensaje es transmitido. Quedaros aquí, tranquilos, que me han entrado ganas de acuchillar la pareja que está en la habitación 3. Ahora vuelvo...
Internet y la masturbación - ZappInternetYa está…
Mirad Lurdes: Su obstinación por mantener abierta la puerta de la habitación; la desarticulación motora en el momento de motivar a los niños para que pongan las manos en la posición correcta; el simbolismo de sus propias manos en cima de la mesa, bailando torpemente al compaso de la música; la tensión que exibe por su compromiso con el tema, que no le permite disfrutar despreocupadamente la melodía (el tontear nervioso y rígido de la cabeza para un lado y otro no engaña). No queda duda: Lurdes es una peligrosa fanática con un potencial tremendo para entrar en la elite de los ídolos del horror. No será demasiado calculista como
John Doe de ‘Se7en’, ni tan brutal como
Leatherface de ‘Texas Chainsaw Massacre’ o tan perversa como
Jigsaw de ‘Saw’. Tampoco manejará tan hábilmente los cuchillos como
Freddy Krueger de ‘Nightmare on Elm Street’ ni tendrá la capacidad de manipulación colectiva de
Oprah. Pero seguro que articulará en un equilibrio perfecto las calidades de todos ellos.
No os sorprendéis si en pocos días no esté buscada por INTERPOL por entrar en locutorios para acuchillar los dependientes mientras grita palabras de evangelización en nombre de su secta de la Santa Pantalla y gira su cabeza los 360 grados.
Confieso que sí yo fuera una chica, hubiera elegido ‘Lurdes’ para mi nombre de blog. Lurdes me parece mucho más asustadora que la Señora Bates, mi madre. O que
Michael Myers. O que
Chucky, el muñeco asesino. Lurdes está al nível de una
Yola Berrocal en mi friki-escala. Tenemos ídolo!!!
Aunque hubiera debido empezar por mi querido Carpenter, desde ultratumba no podía dejar de comentar el estreno (por fin) del completo pack Grindhouse: Planet Terror y Death Proof .
