
El superhéroe más divino llega a la Red
Su nombre: Fray Tormenta. Su misión: Celestial
Su nombre: Fray Tormenta. Su misión: Celestial
Buenos días, buenas tardes, buenas noches feligreses de uno y otro confín. Mi nombre es Sergio Gutiérrez Benítez, aunque en México todos me conocen como Fray Tormenta. Vi la luz de este terrenal mundo en la Ciudad de México en el seno de una familia de 18 hermanos. Mi infancia fue dura y mi juventud azarosa. El destino me llevó hasta el puerto de Veracruz, donde, casi sin quererlo, me vi rodeado por un mundo donde la prostitución, el crimen y las drogas eran moneda corriente.
De la noche a la mañana y sin darme cuenta sucedió algo que me apartó del mal camino. Vi la luz, una luz con forma de triángulo con un ojo en el centro. Dios mío!!! Eres tú!!!. Mi vida cobró entonces un nuevo sentido. Ahorita me dedicaría a iluminar a otros con triángulos de tres ángulos y ojos de los que no ven pero sienten. Sí, decidí hacerme cura, o sanador de almas, como usted prefiera.
El 26 de mayo de 1973, fui ordenado como sacerdote por el entonces obispo de Veracruz. Mi primera misión, auto impuesta, como deben ser las de verdad, fue la de ayudar a los niños de la calle. No obstante yo me sentía uno de ellos. Sólo faltaba una cosa: dinero. Lo intente con los tacos del cuerpo de Cristo y nada. Probé suerte con la venta de triángulos sagrados y tampoco. Estudié oftalmología y menos aún.
A punto de tirar la toalla encendí la tele y se obró el milagro. Pasaban la película El señor tormenta. Una cinta protagonizada por Julio Aldama y Angélica María, que narraba la historia de un sacerdote que se transformaba en luchador para salvar un orfanato… Aleluya, Santo Cielo, Alabado sea El Señor, Madre del Amor Hermoso…
Durante dieciocho meses me sometí a un duro entrenamiento, guiado por los luchadores José Ramírez “El Líder” y Ray Mendoza. Y así, una tarde de septiembre de 1974 debuté en la humilde arena La Curva, del poblado de San Agustín. Como distintivo escogí una máscara dorada surcada por relámpagos escarlata. Y como nombre de guerra “Fray Tormenta: El sacerdote luchador”.
Aquí me les presento. Dispuesto a repartir mis hostias por el mundo. Si necesitan ayuda, consejo espiritual o carnal, o tan sólo intercambiar palabras y experiencias con un servidor no duden en subirse al cuadrilátero de esta nueva Frikipedia para confesarse.
Fray Tormenta a su servicio, y al de Dios, por supuesto.
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